MENÚ
El menú semanal es una forma estupenda de organizarse el tiempo todos los días, ya que te evita tener que estar pensando continuamente qué preparar para comidas y cenas, con el inconveniente de ni siquiera haber planificado la compra…
Si seguís nuestros consejos veréis cómo la alimentación infantil y de la familia deja de ser un problema.
Os recordamos algunos de los consejos en caso de que queráis elaborar vuestro propio menú semanal con la plantilla en blanco:
El fin de semana puedes dejar algún día libre por si queréis salir a comer fuera.
Haz una lista de comidas que le gustan a tu familia y a tus hijos. Hazlo en grupos de 4 ó 5 tipos de alimentos, pasta, pollo, pescado, etc…
Añadir acompañamientos para cada plato, como las patatas, hervidas, al horno, asadas o fritas. Y equilibra la comida con verduras y un postre.
Tus comidas no tienen que ser complicadas ni aburridas para ser nutritivas. Y no necesariamente hay que incluir lentejas si no os gustan. Las pizzas, los nuggets de pollo y las hamburguesas hechas con ingredientes orgánicos y aceite de oliva se pueden alternar con otros alimentos.
Manten el “5 al día” como directriz en tu mente… deberíamos comer 5 raciones de frutas y vegetales cada día.
Los días en que sabes que no sueles tener tiempo, pon una comida sencilla. Utiliza los días que tienes más tiempo y energía para elaborar comidas más complicadas que requieren más tiempo para prepararse.
Piensa en tu horario…por ejemplo, ¿Hay algún momento en que puedas preparar dos o tres cosas a la vez para luego congelarlas y simplemente calentarlas durante la semana?
Consigue que tus hijos participen lo más posible en la planificación del menú.
Si seguís nuestros consejos veréis cómo la alimentación infantil y de la familia deja de ser un problema.
Os recordamos algunos de los consejos en caso de que queráis elaborar vuestro propio menú semanal con la plantilla en blanco:
El fin de semana puedes dejar algún día libre por si queréis salir a comer fuera.
Haz una lista de comidas que le gustan a tu familia y a tus hijos. Hazlo en grupos de 4 ó 5 tipos de alimentos, pasta, pollo, pescado, etc…
Añadir acompañamientos para cada plato, como las patatas, hervidas, al horno, asadas o fritas. Y equilibra la comida con verduras y un postre.
Tus comidas no tienen que ser complicadas ni aburridas para ser nutritivas. Y no necesariamente hay que incluir lentejas si no os gustan. Las pizzas, los nuggets de pollo y las hamburguesas hechas con ingredientes orgánicos y aceite de oliva se pueden alternar con otros alimentos.
Manten el “5 al día” como directriz en tu mente… deberíamos comer 5 raciones de frutas y vegetales cada día.
Los días en que sabes que no sueles tener tiempo, pon una comida sencilla. Utiliza los días que tienes más tiempo y energía para elaborar comidas más complicadas que requieren más tiempo para prepararse.
Piensa en tu horario…por ejemplo, ¿Hay algún momento en que puedas preparar dos o tres cosas a la vez para luego congelarlas y simplemente calentarlas durante la semana?
Consigue que tus hijos participen lo más posible en la planificación del menú.
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